Redacción: Energía a Pulso
La reforma constitucional en electricidad propuesta por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, busca dar un trato prioritario a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en el sector eléctrico, asegurando que ninguna empresa privada tenga prevalencia por encima de la CFE.
Con esta propuesta, López Obrador busca nuevamente dar un trato prioritario y especial a la CFE en lugar de hacerla competir como un participante más del mercado.
La iniciativa enfatiza que la participación de entidades privadas en la industria eléctrica siempre estará subordinada a la empresa productiva del estado.
También establece que la planeación y el control del sistema eléctrico nacional, así como los servicios de transmisión y distribución de energía eléctrica, sean competencias exclusivas de la Nación, prohibiendo la concesión de estas actividades.
Además, la iniciativa busca cambiar la naturaleza jurídica de la CFE al dejarla de catalogar como una Empresa Productiva del Estado, a una Empresa Pública, criticando la influencia de recomendaciones de organismos internacionales financieros, que desvirtúan la obligación del Estado de garantizar el servicio público de electricidad y reducen a la empresa a una entidad enfocada únicamente en la generación de utilidades.
Por último, la reforma propone eliminar la obligación de que las empresas públicas se basen en el concepto de las “mejores prácticas” corporativas, argumentando que estas no se alinean con la naturaleza y objetivos de una empresa pública como la CFE.