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Redacción: Energía a Pulso 

La aceleración de la adopción de vehículos eléctricos como nuevo medio de movilidad, ha creado una situación sin precedentes para el mercado mundial de baterías y el abastecimiento de sus componentes clave. 

La mayoría de los vehículos eléctricos utilizan baterías de iones de litio; dichas baterías constan de cuatro partes principales: cátodo, ánodo, electrolito y separador. El cátodo actúa como electrodo positivo de la batería y como la fuente de los iones de litio siendo la fabricación de cátodos, uno de los componentes más importantes de las baterías, actualmente dominada por los fabricantes asiáticos.

Aprovechando la oportunidad que está creando el mercado de los vehículos eléctricos, China está trabajando para cuadruplicar su capacidad de fabricación de cátodos.

Según revela un informe de Rystad Energy, la cuota mundial de la capacidad de fabricación de cátodos en Europa sólo crecerá hasta el 1.4% a finales de 2025, frente al 0.3% de finales del año pasado. Se prevé que la cuota de América del Norte se mantenga estable en el 1%.

“Los principales productores de vehículos eléctricos, tienen previsto construir instalaciones de fabricación de automóviles en Europa y Norteamérica, lo que ha fomentado los planes de inversión y aumento de la capacidad local de producción de cátodos. La presión por un abastecimiento ético en la cadena de suministro y las tensiones geopolíticas también están apoyando la localización. Sin embargo, el suministro y la obtención de materias primas clave sigue siendo un cuello de botella para la industria a pesar de las inversiones fuera de Asia, y China aprovechará la creciente demanda del mercado”, afirmó Edison Luo, analista del equipo de materiales para baterías de Rystad Energy.

Los ingredientes de un cátodo varían en función de la aplicación de la batería. En el caso de los vehículos eléctricos, los preferidos son los NCM/NCA, hechos de níquel, cobalto y manganeso o aluminio, y los LFP, hechos de fosfato de hierro y litio.

Actualmente, la industria de las baterías está trabajando para reducir el uso del cobalto fomentando el uso de más níquel en las baterías, especialmente en los mercados norteamericano y europeo.

En estos mercados, el contenido de níquel en los cátodos es ahora de casi el 80%, frente a sólo el 50% en el pasado. Muchos fabricantes están incluso considerando aumentar el contenido de níquel hasta más del 90%, aunque esto plantea ciertas preocupaciones de seguridad, ya que un alto contenido de níquel conlleva una menor resistencia al calor y riesgo de incendio.

Sin embargo, a diferencia de los otros mercados que se centran predominantemente en el níquel, China tiene el mayor mercado de LFP en términos de capacidad de producción de cátodos. Esto se debe a que el tipo de cátodo LFP es relativamente más barato.

En consecuencia, con el impulso de las baterías de LFP en el mercado, junto con las menores barreras de entrada a la fabricación de cátodos de LFP en comparación con la fabricación de cátodos de níquel, muchas empresas privadas chinas comenzaron a invertir en nuevas instalaciones, compitiendo a lo largo de los años por mayores cuotas de mercado, y llevando en el proceso a un crecimiento masivo de la capacidad y a un mercado fragmentado con muchos actores.