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Redacción: Energía a Pulso con información de Petroquimex 

Esta mañana, el director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Octavio Romero Oropeza, informó sobre la construcción de una planta coquizadora en la refinería de Tula para procesar combustóleo, un residuo de la refinación del crudo que, además de tener menos valor en el mercado, es altamente contaminante.

De acuerdo con el director de Pemex, tres de las seis refinerías que conforman el Sistema Nacional de Refinación, “no están reconfiguradas”; es decir, un alto porcentaje de lo que producen, es combustóleo.

“Construir una coquizadora en Tula, nos va a permitir procesar el combustóleo de las refinerías de Tula y Salamanca, que son alrededor de 140 mil barriles diarios, y se van a convertir en 42 mil barriles de gasolina, en 78 mil barriles de diésel y 20 mil barriles de turbosina”, afirmó.

Romero Oropeza también informó que la construcción de dicha planta inició en el año 2014, y se suspendió en 2016, con una inversión de 1,004 millones de dólares. Bajo la instrucción del presidente Andrés Manuel López Obrador, el proyecto se reactivó “para evitar que esos recursos se pierdan”.

La inversión que requiere el proyecto de la planta coquizadora es de 2 mil 640 millones de dólares durante los próximos tres años. Esto, asegura el director de Pemex, “es fundamental para alcanzar la autosuficiencia energética y de combustibles”.