La transición hacia una economía circular puede resultar en un crecimiento global de 4.5 trillones de dólares hacia 2030.
México es uno de los países en el mundo con mayor rezago en torno a la transición hacia la economía circular; de acuerdo con Sofía Calvert, vicepresidenta nacional de Desarrollo Sustentable y Responsabilidad Social y presidenta del Sector Industrial de Economía Verde en la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra).
En una ponencia virtual organizada por la Asociación Nacional de Fabricantes de Pinturas y Tintas (Anafapyt), Sofía Calvert señaló que México no figura entre los primeros 25 países en cuanto a producción científica de economía circular se refiere; basándose en el estudio ‘Economía Circular y políticas públicas’ del Centro de Innovación y Economía Circular (CIEC) de Chile.
Cabe señalar que, de América Latina, solamente Brasil se adhiere a estos países, en la posición 25°; situación que refleja la pobreza en el desarrollo de programas y políticas gubernamentales en la región para transitar de una economía lineal a una circular. Aquí, México ocupa la segunda posición, con 19 registros científicos, tan solo por debajo de Brasil que tiene 77.
Con respecto a la generación de iniciativas públicas contundentes en economía circular, Chile lidera la región con 19 políticas; en tanto, México solo registra 2 en los último años.
Por esta razón, la Canacintra ha proyectado una hoja de ruta en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas; para acelerar la adopción de políticas públicas y prácticas empresariales que encaminen al país hacia una economía circular.
En este sentido, Sofía Calvert identificó para México varios retos a superar. Desde el sector empresarial, se debe dar el crecimiento a partir de la reducción de costos operativos, de la mejora de la competitividad; y del fortalecimiento de las relaciones con distintos grupos de interés. Así como de acciones anticipadas a los riesgos vinculados a la economía global.
Por otro lado, la sociedad también debe contribuir con un consumo más consciente, que apueste por la sostenibilidad global.
“Desde una mirada muy simplificada del problema, el Estado podría diseñar e implementar políticas públicas para el desarrollo de mayores investigaciones que permitan nutrir el foco en el desarrollo de la economía circular”, señaló Sofía Calvert.
Finalmente, destacó que la transición hacia una economía circular puede dar lugar a un crecimiento global de 4.5 trillones de dólares hacia 2030; mejorando la resiliencia de las finanzas mundiales.