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Por: Zerón Pontones Mariana, Ingeniera Ambiental

El Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) define la descarbonización como el proceso por el cual los países, individuos u otras entidades apuntan a una existencia de carbono fósil cero, es decir, dejar de utilizar combustibles fósiles tales como el carbón, el petróleo y el gas natural como fuente de energía para la industria, la producción de electricidad y el transporte. Cuando los combustibles se queman para generar energía, se producen distintos contaminantes, entre ellos el CO2, el más abundante de los gases de efecto invernadero y debido a la cantidad presente en la atmósfera, ha sido el principal causante del calentamiento de la superficie terrestre teniendo repercusiones en el clima a nivel global.

Es por eso por lo que, en virtud del Acuerdo de París, los países han definido nuevas Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC por sus siglas en inglés), las cuales se definen como acciones que encarnan los esfuerzos de cada país para reducir emisiones nacionales con el fin de lograr el objetivo mundial de limitar el calentamiento global de 1.5 a 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales para el 2100.

El Acuerdo de París requiere que cada país prepare, comunique y mantenga las sucesivas contribuciones determinadas a nivel nacional que se proponga lograr. Dichas contribuciones se presentan cada 5 años a la Secretaría de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC) con el fin de aumentar la ambición a lo largo del tiempo, las NDC sucesivas deberán tener una progresión en comparación con la NDC anteriores.

El pasado noviembre del 2020, los países presentarían sus nuevas NDC en la Conferencia de las Partes (COP26) que se llevaría a cabo en Glasgow, Reino Unido, pero debido a la pandemia del COVID-19 ésta se pospuso hasta noviembre del 2021. Sin embargo, en febrero del 2021, la ONU Cambio Climático publicó el Informe de Síntesis inicial sobre las NDC renovadas.

¿Cuáles son las nuevas NDC de descarbonización que los países han presentado?

Estados de la Unión Europea han acordado adoptar el objetivo de reducir “al menos el 55%” de las emisiones netas de gas de efecto invernadero de la UE para el 2030, en relación al nivel de 1990. Estados Unidos se comprometió a reducir sus emisiones en un 50% para el 2030 en relación al nivel del 2005. El objetivo de Reino Unido equivale a un recorte del 63% de sus emisiones por debajo de los niveles del 2005. El gigante asiático, China, declaró que se comprometía a alcanzar las cero emisiones netas para el 2060. Canadá presentó su nuevo objetivo, comprometiéndose formalmente a reducir las emisiones entre un 40-45% por debajo de los niveles del 2005 para el año 2030. Japón se propuso reducir sus emisiones en un 46% para el 2030 y alcanzar la neutralidad de emisiones para el 2050. Entre muchos otros países que presentaron sus metas de reducción de emisiones.

Todo lo mencionado significa que se están llevando a cabo esfuerzos globales para reducir al máximo las emisiones de CO2 que se generan por la quema de combustibles y otras actividades. Aunque el objetivo es el mismo, la mezcla de políticas y posibles medidas para alcanzarlo cambia según las condiciones del país, el alcance tecnológico, el presupuesto destinado a la acción climática y la voluntad política. Según el Informe de Síntesis de la NDC, la medida más mencionada por los países para la reducción de emisiones fue la energía renovable, seguida de medidas para aumentar la eficiencia energética.

Los países están haciendo la transición a una economía más verde y con bajas emisiones de carbono no solamente por reducir el calentamiento global, sino porque hay oportunidades para la creación de empleo y crecimiento económico. La ONU estima que se podrían generar 65 millones de empleos con bajas emisiones de carbono para el 2030; la Organización Mundial del Trabajo calcula que se crearán 2.5 millones de empleos en electricidad basada en energías renovables, compensado la pérdida de 400,000 empleos en combustibles fósiles. Aunque estás metas voluntarias suenan prometedoras, no son suficientes para mantener el calentamiento global por debajo de 2°C y mucho menos 1.5°C. Es imprescindible que los países anuncien su hoja de ruta para realizar los recortes mencionados y que además los países desarrollados (que son los más responsables de las emisiones a nivel global) cumplan su compromiso de financiamiento a los países emergentes para que se alineen con la acción climática.