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Redacción: Energía a Pulso 

Los objetivos de emisiones netas cero han puesto en la mira a los principales emisores industriales, que por la propia naturaleza del proceso y la falta de incentivo han tardado en hacer los cambios requeridos.

Durante la última década, los sectores de energía y transporte han invertido cientos de miles de millones en el despliegue de tecnologías de cero emisiones. Sin embargo, los sectores de la industria pesada, como el acero, el cemento, los productos químicos y el aluminio, han tardado más en invertir debido a que parecía que la tecnología y los incentivos no estaban allí. 

Un informe publicado recientemente por Bloomberg, que examina las tecnologías y los costos de fabricar materiales industriales con emisiones cercanas a cero, muestra cómo el sector del aluminio puede ser de los primeros en descarbonizarse. 

Aluminio primario neto cero ya es competitivo

Actualmente, la mayor parte del aluminio se fabrica a partir de materias primas mediante un proceso de fundición. La descarbonización de este proceso requiere dos o más tecnologías: una para evitar las emisiones directas liberadas cuando los ánodos de carbono se descomponen, y otra para evitar o capturar las emisiones de la generación de electricidad.

Por el momento, las fundiciones de aluminio pueden obtener energía limpia a través de un “contrato de compra de energía” (PPA), para satisfacer todas sus necesidades de electricidad. Con esta técnica se asegura que se genere suficiente energía limpia para cubrir la demanda de la fundición durante el transcurso del año, incluso si de manera instantánea la energía de la red o de combustibles fósiles está llenando los vacíos cuando las energías renovables no estén generando.

Si bien el aluminio ya se recicla ampliamente, mejorar la recolección y el procesamiento de la chatarra es el primer paso para reducir las emisiones de la industria. La descarbonización del reciclaje de aluminio es técnicamente sencilla.

Actuar con rapidez 

Si bien parece que hay un camino claro hacia la descarbonización para la industria del aluminio, llegar a cero neto para 2050 requerirá cambios significativos en las cadenas de suministro y reciclaje.

Bajo este escenario, para compensar el aumento en los costos de producción, cobrar una pequeña prima ecológica por el material reciclado sería un buen incentivo para los productores. Pero en un mercado competitivo y con exceso de oferta como el del aluminio, esto requiere la aceptación de sus clientes o un mandato de adquisición por parte del gobierno.

Si bien existen muchas tecnologías para fabricar aluminio ecológico, todavía existe el riesgo de que los activos en carbono queden fuera de uso.

Para llegar a cero neto en 2050, todos los activos deberán tener un plan de transición.

Para lograrlo, los productores de aluminio deben acelerar el despliegue de su tecnología y hacer que cualquier nueva capacidad que construyan esté lista para convertirse en cero neto.