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Redacción: Energía a Pulso 

Las criptomonedas podrían ser el futuro de la economía, pero el costo podría ser demasiado alto para el medio ambiente.

Debido a la reciente digitalización y el crecimiento del mercado online, la gente ya está acostumbrándose al uso de las criptomonedas.

Lo que no todos saben es que la tecnología de la blockchain demanda una gran cantidad de procesamiento de datos, es decir millones de ordenadores conectados y consumiendo energía. 

Actualmente solo el Bitcoin ya supera en costos energéticos a varios países incluso industrializados.

Y en un mundo con una demanda creciente de energía y un cambio climático que se acelera, ¿qué pasa con el costo real en energía de estas monedas?

El impacto en el medio ambiente

En un artículo publicado por el banco ING, unos años atrás, se afirma que la electricidad necesaria para una operación con criptomonedas podría alimentar a una casa durante todo un mes.

¿Cómo es posible que consuma una cantidad tan grande de energía? El economista jefe de ING, Teunis Brosens, trata de explicarlo de esta manera: “El asegurarse y llevar a cabo la verificación de transacciones es un negocio costoso, la integridad de la red puede ser preservada siempre y cuando los nodos benévolos controlen la mayoría de la potencia de computación, […] Juntos, dominarán el proceso de verificación (minería). Para que la verificación (minería) suceda, el algoritmo de verificación requiere mucha potencia de procesamiento y, por lo tanto, electricidad”. 

Brosens también hizo una comparación con la electricidad requerida por formas de pago más tradicionales como las tarjetas de crédito: Los costes energéticos de las criptomonedas contrastan con los sistemas de pago que pueden permitirse el lujo de trabajar con contrapartes de confianza. Por ejemplo, Visa consume aproximadamente 0,01kWh (10Wh) por transacción, lo que equivale a 20000 veces menos energía, comparado con la misma transacción con criptomonedas. 

Alex de Vries de Digiconomist expresó una opinión similar. «Creo que es un problema enorme, […] Básicamente estamos consumiendo miles de veces más energía por algo que ya podemos hacer en este momento: ya podemos hacer transacciones, no tenemos que usar criptomonedas si confiamos en nuestro sistema actual. Un ejemplo es en el nivel actual de actividad de Bitcoin que consume más tera vatios al año que Dinamarca.