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Representantes de organizaciones enfocadas a temas de sustentabilidad y cambio climático, expusieron esta mañana que la central termoeléctrica y la refinería de Tula, en el estado de Hidalgo, son consideradas las instalaciones más contaminantes y dañinas para la salud del país.

Ambas centrales generan en conjunto 33% más dióxido de azufre (SO2) que todo el Valle de México y contribuyen al aumento significativo de partículas finas (PM2,5) lo que representa una amenaza para la salud de los habitantes de la Zona Metropolitana predisponiéndolos a enfermedades respiratorias.

Derivado de ello, las organizaciones refirieron que la planta termoeléctrica “Francisco Pérez Ríos” de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ocupa el segundo lugar entre 500 empresas en México, Canadá y Estados Unidos en emisiones de SO2 siendo la principal fuente de bióxido de azufre.

Por lo anterior, el El Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire (OCCA) solicitó a la Secretaría de Energía (Sener) y a la CFE que se comprometan a poner en marcha un plan que permita dotar de suficiente gas natural a la planta termoeléctrica para que pueda operar en un 100% con este combustible y que se cancele de manera definitiva el uso de combustóleo en esta instalación.

Demandó también cancelar de manera definitiva el uso de combustóleo en la planta, medida que ayudará a mejorar de forma significativa la calidad del aire tanto en la región de Tula-Tepeji como en el total de la Zona Metropolitana del Valle de México.

Por último, los representantes de las ONG`s adelantaron que en breve se conformará un grupo de trabajo especializado junto con distinguidos académicos para dar un seguimiento puntual a los impactos causados por la Termoeléctrica e insistir en la urgencia de la suspensión por completo el uso de combustóleo en la planta.