De acuerdo con el Banco de México (Banxico), como parte de los efectos que ha traído consigo la pandemia por Covid-19, en México se perdieron más de 12 millones de empleos en los sectores informales y formales durante los meses de abril y mayo 2020, esto a su vez afectó los ingresos de más del 65% de las familias del país, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en julio del año pasado.
En paralelo, debido a maneras en la que se consumen los recursos naturales internacionalmente, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) espera que en 2030 exista un déficit de 40% en los recursos del agua, por lo que se han replanteado modelos de negocio que hacen un uso excesivo del agua y de recursos no renovables y poco amigables con el medio ambiente.
Ante ello, la Agencia Internacional de Energía (AIE) ha identificado la Eficiencia Energética como una estrategia para impulsar la recuperación económica de las economías a nivel mundial y al mismo tiempo evitar la escasez de este líquido vital. El buen aprovechamiento de la energía podría generar más empleos en todo el sector energético: por cada millón de dólares invertido, la eficiencia energética crea entre 16 y 30 empleos adicionales, en comparación a los sectores de petróleo y gas.
Relacionado con ello, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) indicó que la aplicación de Eficiencia Energética puede apoyar a la recuperación de 7.5 millones de empleos perdidios durante la crisis sanitaria, según datos del Instituto de Investigaciones Sociales. Asimismo, la EE con la participación de los gobiernos estatales y municipales ayuda a la disminución de los gases de efecto invernadero y a crear una sociedad de consumo sostenible, dice el documento de políticas públicas “Latinoamérica sostenible: Eficiencia Energética: un plan para la reactivación nacional, desde lo local”, elaborado por un grupo de especialistas coordinados por la Alianza Latinoamericana Sostenible en colaboración con ETHOS Laboratorio de Políticas Públicas.